LAS ÓPERAS DE RICHARD WAGNER
A TRAVÉS DE SUS
MEJORES DIRECTORES

VOL.XII

HANS KNAPPERTSBUSCH

“EL GUARDIAN DEL GRIAL”
-EL PODER EMOCIONAL DE PARSIFAL EN LA INTERPRETACIÓN-

 

El estilo del director
Los primeros estudios que realizó Knappertsbuch fueron desde pequeño a los 10 años, estudió violín y trompeta, y a los 12 ya dirigía a la orquesta de su escuela. Acabados los estudios de primaria, fue a Bonn a licenciarse en Filosofía, que llego a cursar el doctorando. Su tesis doctoral, no defendida, era sobre el personaje de Kundry del Parsifal.

Estudió principalmente con el profesor Steinbach en la Hochschule (Universidad de música y danza de Colonia), una de las mayores de Europa y la segunda más antigua de Alemania. La verdad es que fue expulsado por su indisciplina y por su ineptitud a la dirección orquestal (¿?). De grandes suspensos surgen los mejores aprobados, piénsese en el ejemplo de Einstein.

Pero su formación y aptitud sería algo más cuando, en los veranos de 1909 a 1914, fue asistente de los directores en Bayreuth de Hans Ritter y Sigfried Wagner, pero centrándonos en su estilo de dirección vamos a señalar sus características.

Con la orquesta. En primer lugar, cambiaba la ubicación de la misma. Colocaba a los contrabajos y violoncelos delante, antes que los tradicionales violines, y junto a ellos el metal y viento. Así dispuestos, en especial en Bayreuth en general, y con Wagner en especial, la sonoridad fluye de otra manera, más sutil y con acentos de
más fragilidad por un lado y dinamismo por otro.

En segundo lugar, consideraba a los músicos como verdaderos profesores de música, y en consecuencia ya sabían leer la partitura y solo los tenía que dirigir dándoles entrada y ritmo a la interpretación. No abroncaba a los músicos sino que a lo sumo paraba y soltaba una jocosa mención que obligaba al músico a reflexionar y considerar su interpretación. A menudo con una mirada ya lo decía todo. De hecho es con las miradas y la atención del director que marca el compas, las entradas y la interpretación. Con el brazo derecho marca también, pero en menor medida, solamente los alarga en los pianísimos con el cuerpo en consonancia al compás. Conocedores de su estilo, los músicos interactuaban con el director ofreciendo más de si mismos. La Filarmónica de Viena lo consideraba su director favorito. Explicaba que la música era una contraposición de contrastes positivos y negativos y que para que fluyera de manera natural debía de acomodarse a esta dialéctica. La intuición del músico debía de interpretar cuando se atacar de una manera suave o por el contrario fuerte.

El sentimiento musical se transmite con las notas, y en su consecuencia, cuando se debía se alargar o acortar las mismas, los brazos marcan el tono en movimientos rectilíneos constantes y los eleva cuando debe ser subido, pero no de manera súbita sino con movimiento que se observa por él y por los músicos, queriendo transmitir lo que se oye con una autoridad única. La mirada y su cabeza es la guía que el interprete mira constantemente. 

Ahora bien, era el director el que debía de marcar cuando unos u otros orientándolos de una manera lo más natural posible. El peligro está cuando un miembro de la orquesta lo interpreta de una manera y otro de otra. Para ello reducía los ensayos al mínimo, generalmente uno solo, en el que se marcaba las directrices y el resto ya dependía del profesional. No se necesitaba repetir y repetir, se orientaba en un primer momento y el resto ya salía por si solo. Se ha tildado a veces de vago y perezoso, pero la verdad es que el resultado habla por sí sólo.

Del pianíssimo al fortissimo, del attacato al vibrato, del sostenuto al calderón, en definitiva son los tempi los que marcan las interpretaciones. Por esa contraposición de contrastes, las interpretaciones de Knappertbusch nunca son iguales e incluso en el Parsifal la diferencia puede llegar a distinguirse en más de un cuarto de hora; de la de Bayreuth 1951, la más larga de 270 minutos, a la más corta de 1960 de 245 minutos.

Con los cantantes. La relación de los cantantes con Knap era similar aunque algo distinta. Les exigía que cantaran además transmitiendo el sentimiento de lo que cantaban. Las notas de la partitura se dan entrada con la mirada , un movimiento de cabeza, levantándola o bajándola indica el momento oportuno. Todo en armonía y meticulosidad, en eso no se improvisa nada, pues conoce la partitura y sus detalles.

Tanto para músicos como para cantantes propugnaba que debían de buscar la esencia y el sentimiento. Así se interpretaba con una interrelación director, música, cantantes y auditoria que formaba una autenticidad, la cuadratura del circulo.

Para un mejor conocimiento de cómo dirigía Kna analizaremos someramente el preludio de Parsifal. En casi todas las interpretaciones registradas, ya del director de Wuppertal, ya del resto de los directores, nos anticipan la forma de dirigir. Es el aperitivo antes de la comida. El preludio del primer acto nos dice lo que nos viene después.

Pues bien hemos de tener presente, que el preludio en este caso es un anticipo de todo lo que pasará en la obra, con tres temas a desarrollar principalmente que son: el tema del amor (I) , el de la fé (II) y finalmente es de la esperanza (III). Estos tres temas con sus desarrollos cromáticos que van desde el ppp (pianissimo) , hasta el fff en su punto culminante, en los que los acentos de la cuerda son incrementados por los instrumentos de viento. Lo importante es que esos incrementos de intensidad sean realizados con suavidad y que los acentos de los “forte“ (uno solo f) sean marcados por la nota en sol, y que los instrumentos de viento controlen la intensidad para dar un clima doloroso y melancólico o lánguido a la vez. La solemnidad de la trompas en particular, y el viento en general, hace que se prolonguen hasta enlazar con la cuerda y la flauta.

En el leivmotiv del amor, la dilación en las notas, hacen que transforme los compases 4/4 a unos 8/8 , pero muy moderados para producir el valor de una corchea por cada negra, reflejando una lentitud en el tempo, así lo marcado en la partitura por Wagner como muy lento (sehr langsam) se produce dentro de la tradición de la interpretación de la obra (Sigfried Wagner, y Richter, de los cuales fue director asistente en 1914).
Los diminuendos en que se alargan las notas son de intensidad no de contenido. Así los acordes quebrados de la y de do de las flautas son fuertes, pero a la vez enlazan con la majestuosidad del momento. Los silencios, que son música para Wagner, suponen las entradas a los siguientes motivos o desarrollos.

En el siguiente tema , el de la fé, enlaza en su desarrollo temático con el del Graal y su desemboque a la redención por la fé. La dulzuza de las frases musicales las ataca con una suavidad de seda, el piano sostenuto es aquí , si quiera, más acentuado dando la sensación de más amplitud y grandeza en las notas, en los arpegios, hasta que los crescendos difuminándose, pero ascendiendo en la gama sonora. Cundo se llega a los
calderones suponen un pianisssimo sostenutto, y los signos puestos por Wagner encima de las notas, no son un staccato sino una mayor acento en las notas, más intensidad. El compás pasa de un 4/4 a un 6/4, con un valor de 2 negras, de nuevo modificando, para volver después al 4/4 inicial, pero “ritenuto” (züruckhalten; apunta Wagner) para conectar con el tema del Graal suavizado sólo con las cuerdas. La redención por la fé
enlaza con de nuevo la fé , susurrado por flautas y trompas para después pasando por todos los instrumentos hasta llegar al fortissimo en el viento transformándose al compás de 9/4 para enlazar la cuerda , con sus “tremolos”, a la madera suavemente.

Estos matices en Kna suponen los llamados efectos de la contraposición de contrastes que con cada instrumento , cada grupo de instrumentos, cada repetición hacen que la atmósfera de la orquesta suene a la vez envolvente y mística, realizando una experiencia sonora que nos envuelve y atrae.

La siguiente parte del análisis del preludio es la final, de la esperanza y en la que se desarrollan, la compasión , la redención, la pascua, lanza, el lamento de Amfortas. La amorosa compasión, motivo de pascua sobre un tremolo de cuerdas se repite tres veces subiendo del la al do bemol, para después mantenerse en re, con madera, violoncelos y clarinetes, asociando la frase inicial de manera de lamento, tremolo pianissimo,  repitiendo el tema dela fe clarinetes y fagots hasta un piano que es roto por un forte súbito que después se va repitiéndose de octava en octava hasta desvanecerse.

Con estos matices y datos ya se ve como será la interpretación. Así lo mostramos con la duración de los preludios al primer acto, siendo el más corto el de O.M Wellber con 9 minutos y 14 segundos y el más largo de James Levine con 16 minutos y 32 segundos, veamos pues:

Knappertsbuch: ;1937, Viena, (12:10) ; 1942 Berlín, (13:54) ; 1962 Munich ( 13:59)

DIRIGIDOS por Hans Knappertsbusch BAYREUTH FESTPIELE: 1951 (14:13) - 1952(13:18) - 1954 (13:29) - 1.955 (12:33) - 1956 ( 12:47) - 1957 (12:47) - 1958- (11:53) - 1959 (12:10) - 1960 (12:28) - 1961- (12:32) - 1962 (12:02) – 1963 (11:54) - 1964 (12:23).

Otros directores en Bayreuth: 1927 Karl Muck (15:54); 1933 Richard Strauss ( 13:34); 1953 Clemens Krauss (12:15) ; 1970 Pierre Boulez (10:27);1977 Hors Stein (11:18); 1998 Giuseppe Sinopoli (13:47); 1985 James Levine ( 16:32); 2016 Harmut Haenchen (11:44).

Otras grabaciones:1938. Wilhem Furtwängler-Berlinerphilarmoniker (14.00); 1948. Rudolf Moralt, Viena (12:03); 1954 Fritz Stiedry, Met. (13:50); 1956 Eugen Jochum. Rai Roma, (12.36) ; 1957 Eugen Jochum- Symphoniker Bayerischen Runfunks (13:58);1959 Rudolf Kempe, Covent Garden , (13.18); 1961 Herbert von Karajan - Opera de Viena (12:48) 1967. Rafael Kubelik Radio de Baviera (12.02); 1973.Georg Solti - Wienerphilarmoker (12:32); 1983 Herbert von Karajan,- BerlinerPhilarmoniker (14:14 ); 1984 Reginald GOODALL , Welsh National Opera, (13.53); 1994 James LevineE Met. (15.19); 2005 Cristhian Thielemann Viena Staatopern (11:13) ; 2007 Bernard Haitink–Opera Zurich ( 1:26): 2010 Valey Gergiev, Mariinki, 2010. (12:41); 2011 Marek Janowski, Berlín Runfunks. (11:36); 2011 Harmut Henchen–Orq. La Monnaie (12:32); 2011 Marek Janowski, Berlín Runfunks. (11:36); 2012 Ivan Fischer –Royal Concertgebouw Amsterdam (13:06); 2013 Sir Mark Elder , Halle, (14:123 2013) Antonio Pappano, Royal Opera House (13.39); 2015 Jan van Zeepen Concertebown (12:20); Christian Thielemann–Salzburg Staatkapelle Dresden (10:09); 2015 Daniel Baremboim–Staadkapelle Berlin (12.40); 2020 Omer Meir Wellber- Teatro Massimo Palermo ( 9.14).

Estos son algunos ejemplos , pero existen hoy en día unas 143 grabaciones, y quizá alguna más, pero las versiones aquí aportadas son las más o menos accesibles.

Sobre las versiones dirigidas por Knappertsbusch en Bayreuth , hay que destacar que por sonido la mejor es la que grabó Philips en el festival de 1962. Pero hay para todos gustos y colores. Sin duda por interpretación la considerada por la mayoría de la crítica es la de 1951 (editada oficialmente por Teldec, pero recogida “masterizada” y “remasterizada” por muchas marcas , por lo que por calidad precio quizá lo más asequible y correcto sea la de Naxos. Existe una versión “estéreodificada” de Prisitine. Sinceramente sólo se observa una ligera mejora si se oye con cascos o auriculares, la mejoría es casi imperceptible y su precio elevado solo es recomendable para los muy fanáticos como yo.

La versión del 1952, para mi es un poco mejor que la del 51, respecto a la interpretación y esto es muy relativo ya que el reparto es el mismo , y solo el cambio de Titurel (Böhm en vez de Van Mill), los dos excelentes, no aporta grandes novedades. La versión de Andromeda es la que recoge el mejor sonido, que pese a ser monoaural, es también excelente ( toses del directo incluidas).No obstante , siempre de un modo subjetivo, la orquesta suena más fina, más expresiva sobre todo la cuerda y el metal.

Otras interesantes, son la gran novedad del año 2022, la primera versión de 1955, con el debut de Fischer-Dieskau (Amfortas) o la de 1963 con la última aparición de Windgassen como Parsifal, o la última aparición de Knap y última grabación de la obra del maestro en Bayreuth del año 1964 ,con la presentación de John Vickers como Parsifal para mi uno de los más expresivos de todos los tiempos.

En conclusión , todas son buenísimas, y cada cual elija según preferencias , gustos y colores.

Para finalizar nos centraremos en otras interpretaciones en distintos soportes audios o audiovisuales.

Empezamos con los audios, hemos de principiar la narración respecto a quien prefiera el sonido por encima de todo, y en este punto los cuatro ases son :
1.- el de Karajan con Deutsche Grammohon del año 1983. Esta grabación fruto a las representaciones en el Festival de pascua de Salzburgo, recibió lo más altos honores de la crítica anglosajona y numerosos premios ( mejor grabación del año, mejor ópera Grammophon, Rosette de oro Penguin, Prsto Classical del año, etc..) . Sin embargo otra parte de la crítica lo consideró demasiado trasparente, dulce , sin tensión drámatica. No vamos a discutir, es uns interpretación imponente, relajada y llena de matices con una sonoridad exquisita. Para mi las mejores campanas en el primer acto, el Gurnemanz de Kurt Moll de lo mejor, bien trabajado, el resto muy correcto, y la voz en alto de Hanna Schwarz es de referencia, coros y muchachas flor excelentes. Todo excelente, muy espiritual y con zen, aunque sin la mística de Knappertsbusch
2.- el de Janoski de 2011 con PentaTone, grabación que recibió también numerosos premios técnicos (Presto, Grammophon, BBC music, Opera magacine, etc…), en conjunto es de audición excelente y los interpretes muy competentes buenos fraseos y con la batuta del siempre competente Kapellmesiter Mareck Janowski una verdadera garantía de una interpretación académica. Hay quien esperaba más, pero una versión más que correcta, buena, aunque sin la mística de Kna.
3.- Solti, 1973, decir algo del maestro furioso que fue el director húngaro que no se haya escrito resulta superfluo. Las grabaciones de Solti de las óperas de Wagner son un referente en casi todas, por la excelente calidad de los interpretes, la orquesta Filarmónica de Viena, coros, etc…las producciones de DECCA no escatimaban recursos y los resultados excelentes. Una versión de referencia aunque el Parsifal de Kollo no tenga la expresividad de otros, Fischer-Dieskau, no es el Amfortas de casi 18 años antes, y claro está muy buena, aunque sin la mística de Kna.
4.- La versión cd de Thielemann, Deutsche Grammophon ,2005,con la ópera de Viena, es quizá la menos valorada de las cuatro presentadas, más por la denostación del Parsifal de Plácido Domingo, que a los amigos wagnerianos preguntados a nadie les gusta, pero no se ha de minusvalorar cuando ya llevaba años en el podio de los Parsifales de la época. Aquí es mucho más maduro que el grabado con Levine, también para el sello amarillo , D.G., pero con más matices interpretativos, pero con cualidades cantoras menos intensas. Selig y Struckmann cumplen , la Meier también, quiza la mejor, y el maestro Thielemann dirige con solvencia, pero sin la intensidad de otras interpretaciones en Bayreuth, por tanto y como siempre, buena , repetimos, pero no tiene la mística de Knappertsbuch.

Para quien prefiera interpretaciones más autenticas, salimos del estudio y vamos al directo, y con ello con un sonido casi siempre, peor que las anteriores:
1.- Kempe tiene registrada con Testament, 1959, su Parsifal del Covent Garden londinense, que es un muchos aspectos de gran calidad. Gottlobb Frick nos aporta un Gurnemanz resolutivo y convincente, al igual que el Amfortas de Eberard Waechter, expresico y el vil Kligsor de Otakar Kraus transmite lo que debe ser el personaje oscuridad, además de cualidades vocales y agilidad en la voz. La Kundry de Gerda Lammers es lírica y apasionada e intensa sobre todo en el segundo acto. El Parsifal de Karl Liebl es de quilates, voz juvenil y heroica sobretodo en el segundo acto, su “Amfortas, die bunde…” es expresivo y solvente al igual que el duo posterior, en síntesis mejor su Parsifal que su Tristán. Coros y resto correctos. La dirección de Kempe es, como diría un personaje rossiniano, “alla moderna”, tempos agiles y rápidos , con intensidad que recuerda a Clemens Krauss y anticipa a Boulez. Con todo muy válido , pero sin la mística de Kna.
2.- Y para quien le guste los tempos más rápidos , más melodía ininterrumpida, la versión de Boulez DEL Festival de 1970, es eso, rápida dinámica, con tempos similares a los de Clemens Krauss del 1953, con muchísimo mejor sonido y interpretes de no tan nombre , aunque hay que decir que James King (Parsifal) y la Gwynet Jones , aún era lírica y atemperada ( lo que es la vida cuando tenía más medios era comedida y después con el paso de los años cuando no los tenía pretendía tenerlos a fuerza de elevar tonos) Y Crass, Ridderbusch y MacIntire a gran nivel. Versión plenamente recomendable si uno quiere versiones rápidas, con un añadido , los cortes de los actos son perfectos , cada acto un disco. Muy buena, para esa practicidad en la
escucha, pero sin la mística de Kna..
3.- Una versión, para mi también excelente, es la de la Scala de Milán de 1960 dirigida por Andre Cluytens .Sonido bueno, muy aceptable. El maestro belga , salvo el paréntesis del Festival de 1953 (por las sabidas desavenencias entre Wolfram Wagner y Kna) y que ocasiono el “lapsús Clemens Krauss”, fue el único director que sustituyó a Hnas Knappertsbusch, por indisposición de este , en el Festival de 1957, realizando dos funciones en agosto. También se le encomendó dirigir el festival sacro en el Festival de 1965, tras la muerte de Kna. Pues bie, dado su buen modo de entender la obra de Wagner, dirigió Maestros, Tanhaüser y Lohengrin en varias ediciones del festival, la Scala lo contrató para el Parsifal del 60 , con el inigualable Sandor Konya de Parsifal, Rita Gorr de Kundry , el Gurnemanz de Boris Cristoff. De hecho la obra debía de dirigirla Erick Kleiber, pero su muerte hizo rehacer el proyecto en el que Maria Callas debía de
cantar Kundry en alemán, y también lo canceló. Pues biern, es una verdadera delicia , todo perfecto , tempos correctos, interacción de cantantes con el director y vale la pena escucharlo. Muy parecido al estilo de Kna, pero, sin la mística de él.
4.- Y la última referencia en audio , pero no por ello, menos importante, con el mejor sonido de todas es la de Rafael Kubelik., 1967, publicado con el sello Arts Archives y otro de Calig, difícil de encontrar. Ahora bien fue grabado para D.G que por razones comerciales fue vetado , no se sabe si por Karajan o quien fuera, pero finalmente lanzado por Calig y después por Arts.. Volviendo al mismo ,James King plasma un Parsifal juvenil, reaccionario y con notable lirismo interpretativo, mientras que la Kundry de Yvonne Minton es relamente convincente y seductora, aquí mejor Kundry que en versiones de Isolda, si bien no llega a algunas notas de altura. Kurt Moll plasma un noble Gurnemanz bien estructurado, Franz Mazura nos revela un Klingsor más mago que pérfido, pero de altura y fuerza, y el Amfortas de Bern Weikl es tortuoso y resentido. Resto muy correcto , coros muy escénicos algo alejados en ocasiones .Todo en su sitio es bueno, lirico, reflexivo , pero no tiene la mística de Kna.

De los soportes audiovisuales no hay mucho donde escoger escoger . Aquí a parte de lo musical hay que analizar la escenografía. Para quien quiera algo clásico , sin duda deberá acudir a versiones algo antiguas y entre ellas:

(I) La más antigua es la de Wolfrang Wagner de la producción de Bayreuth de 1977 dirigida por Hors Stein. (D.G:) Primer Acto. En un bosque de tonos otoñales rojizos y marrones , vestuario de Start Treck, La escena de transformación se hace con apagado de luz y aparecer en sala circular de tres elevaciones, muy Neu Bayreuth. La escena dela consagración con cambios de luces, desfiles y ya está. Segundo Acto. Castillo de Klingsor simulado en un cubo que sale humo de hielo seco, vestido color berenjena morada, muchachas flor con velos transparentes ,con luces moradas y violetas de iluminación algo tenues , para dar ambiente con un fondo de flores de igual color sobre fondos azules marinos, muy Chagall para entendernos, visualmente agradable.Las luces desaparecen en la escena de la seducción, finaliza con Klingsor en el cubo, y la destrucción del castillo se transforma el decorado es una especie de plaza, moderna mientras se apartan las columnas. Tercer acto. Bosque más verde. Cambios de luces hasta la trasformación a la sala capitular. Final sin paloma. Musicalmente Jerusalem, Sotin , Randovas, Weik , todos correctos, y dirección con “tempi” adecuados más bien cortos.

(II) a la de Otto Schenk (D.G.) para el MET con James Levine dirigiendo en una producción de 1993. Primer Acto.: Se nos presenta un lugar sombrio que no se sabe si es una columnata o un bosque , mas lo segundo que lo primero , pero muy artificial, la escena de transformación se llega aun habitáculo en forma de baptisterio, siempre en sobras que solo se ilumina en la consagración del Grial, con un cáliz transparente y de luz roja, y el final de nuevo absoluta oscuridad, Segundo Acto. De nuevo oscuridad azul, con castillo de Klingsor, más pobre que rico, muchachas que de flor tienen bien poco, la escena de la seducción al go más iluminada, con ramas de jardín deteriorado y final con relámpago cuando la lanza de Klingsor es arrojada, efecto de feria de dos al cuarto , todo muy triste, pero en fín es lo que hay. Tercer Acto. Mejora algo el decorado con jardín algo más regado, pero sin lujos y unas pocas flores blancas.
La transformación de vuelta a la oscuridad ,en este caso de verde, que tras pésimo diorama nos lleva a la columnata y baptisterio, fin. ¡Ah, de paloma ninguna!, un simple haz de luz. Musicalmente reparto de primeras espadas, Jerusalem, Moll, Weikl, Waltraud Meier, Mazura, aunque todos ellos menos la Meier venidos a menos. Levine como siempre, moroso moroso en los tempos haciendo de los silencios puntos y aparte, en vez puntos, de música agónica en vez de ininterrumpida.

(III). Sinopoli, Bayreuth ,1998 escenografía de Wolfrang Wagner. Con escenografía un poco más moderna , pero dentro de los cánones clásicos esta producción es quizá la mas atractiva visualmente dentro del o clásico.Acto I. empieza con la proyección de un cáliz en un fondo metálico verde que luego se convierten en poliedros ,la escena de la transformación resulta algo más atractiva pues la sala capitular se proyecta desde el suelo diferentes tonos y líneas, un poco más sugerente. Acto Segundo: Es muy similar a la producción del 77, pero con los elementos metálicos más visuales por los efectos de las mismas luces suves entre azules , rosas y morados, muchachas flor similares, la escena delalanza y destrucción se produce por iluminación, algo más sencillo pero coherente. Tercer acto. De nuevo elementos metálicos, tranformación con movimientos de las columnas y luces, sala capitular igual que acto primero, final más atractivo con iluminación más nítida, sin paloma. Musicalmente como siempre en Bayreuth con mucha calidad, tempos más lentos que Stein, y mejor sonido e imagen.

Ya en el análisis de las nuevas producciones y escenografías modernas, nos encontramos con una falta absoluta de ideas nuevas , producciones coherentes en su desarrollo, y con algún detalle que otro , pero por lo general austeras y con mutaciones sobre los mismos temas. No hay orden de caballeros, son soldados, no hay santuario, son hospitales, escalera, cubos, jaulas transparentes y todo sin ton ni son.

Así las cosas, presentamos otro trio que los considero mejor, tanto en lo visual como en lo musical:

(I). Para mi el mejor , sin duda es el de Gatti, Sony, para el MET en una producción de Francoise Girard, que sin ser pomposa y un poco simple es efectivista. Ganó varios premios de la crítica como ópera del año. Acto I. Se alza la escena con un decorado que se remite como lo será en toda la obra a los fondos proyectados. Los fondos nos irán marcando con diferentes cielos el ambiente de la obra. Así la transformación surge una luna en primer y tercer acto, y todo en perfecta armonía de colores. No ofrece excesos y esto es de agradecer en muchas ocasiones. El vestuario tampoco es desajustado, camisas blancas y todo muy aséptico. Acto II. Es el único acto que nos ofrece alguna variante. El castillo es una pared monolítica con una estrecha endidura en centro. A medida pasa el acto la endidura se va agrandando, pero no mucho. Los colores que salen a través de la misma cambian , hasta llegar al rojo en la escena de la seducción y final que se vuelve blanco y lucido. Las muchachas flor con camesules blancos muy sencillos. Final la lanza es arrebatada a Kundry y no a Klingsor. Acto III. Una esplanada a modo de campo con florecillas. Transformación con cambio de fondo a fondo lunar. Final sin paloma. Todo muy neutro, pero muy coherente. Versión no agresiva y estéticamente correcta. La dirección de Gatti, muy en la linea Levine, lenta, pero con coherencia en la estructuración de la obra y los tempi. Kauffman, en plenas facultades y aún no tan gutural, nos ofrece un Parsifal humano y sensible, muy creíble. La Kundry de Katarina Dalayman, es vocalmente correcta, con algún desliz, pero con más cosas positivas que negativas, rebosa de energía un tanto eléctrica muy acorde en el segundo acto. Pape en buen momento y siempre excelente como Gurnemanz. Nikitin nos presenta un Klingsor potente y vengativo, bueno y
creíble, no más, el Amfortas de Peter Matei. Al Titurel de Runi Brattaberg casi ni se le escucha. Coros y complementarios perfectos. La dirección de Gatti, usa las tretas del maestro Levine, cadencias rotas, cesuras excesivas y muchos pedales (notas suspendidas en baja modulación) y además de las usuales notas tenidas (alargadas de duración), aún con todo ello, excelente en lo musical. Existe también la versión pirata de su Parsifal del 2008 en Bayreuth con la dirección artística de Stefan Herheim, con escenografía semiclásica , pero bastante agradable, con Cristopher Ventris , Parsifal, Kwangchul Youn , Gurnemanz , Detlef Ruth , Amfortas y Mihoko Fujimura Kundry , lo dejo aquí.

(II). Excelente también en lo musical , Baremboim, en la producción berlinesa de Dimitri Tcherniakov en la ópera del estado, editada por BELAIR, del año 2015. Acto Primero. Se nos ofrece, el ya tradicional es estos tiempos, una sala inmensa más propia de hospital que de templo sagrado, el cual se hace referencia por proyección en una pantalla en sendas transformaciones de los actos primero y tercero. Sillas de Ikea en la sala capitular y poco más. Mas trabajado resulta el segundo acto, que el Castillo de Klingsor, se asimila a un patio de colegio, como colegialas se nos presentan las muchachas flor, la sala no cambia de aspecto si las posiciones de los personajes, la escena final , Parsifal mata a Klingsor , y los presentes gritan con cara de terror, fin. El Acto tercero , se vuelve al primero pantalla incluida , y solo nos llama la atención el final en que el buen Gurnemanz ante el amor renacido de Amfortas y Kundry, con beso de tornillo incluido, mata a Kundry de un navajazo, cual Don José en el final de Carmen. No hay paloma. Musicalmente, Andreas Schager, por presenta un Parsifal ingenuo, pero bien interpretado y bueno sin estridencias en lo musical. Anja Kampe es un excelente Kundry. El onmipresente Pape, borda el personaje de Gurnemanz, por oficio y por buenas condiciones. Bien Kohch y Tomasson. Baremboim hace una visión muy romántica y efectiva de la dirección en una obra que cuida hasta el mínimo detalle. Coros y muchachas bien. Versión muy recomendable por todo. No obstante la versión de la Staatoper de Berlín con escenografía de Harru Kupfer de 1992, era muy superior en todo, por desgracia solo existe alguna versión pirata.

(III) Por último la más reciente la de Opus Arte-Warner- para la Royal Opera House londinense dirigida por Antonio Pappano y con la dirección artística y escenografía de Stephan Langgridde en el 2014. Primer acto. Cuadrado de cristal a modo de cárcel, con cama de uvi, sillas a los lados, con fondo de columnata con reflejos de iluminación roja y azul. Vestuario horrible, Gurnemanz de traje y escuderos como empleados americanos de Burger en blanco, Keundry ,calva, con blusa interior gris, en la transformación se superponen más cajas cuafradas y cambia iluminación a tonos claros y azules. Todos con trajes, caballeros , Amfortas y Titurel . El grial se presenta como un prosopopeico niño cubierto por toalla blanca (¿?). Segundo acto. Con el mismo cubículo con cama en que está enjaulado Amfortas , del primer acto, Klingsor vestido con gabardina de piel negra, va cambiando hasta que la jaula trasparente se oculta y el cuadrado principal cambia a colores morados y algunas plantitas, a modo de maceta, para adentrarnos a la escena de las muchachas flor con vestuario de coptél, en fin nada original. En la escena de la seducción vuelve el cubículo de Amfortas, pero vacío .Y aquí, Kundry le surge de repente una melena pelirroja que de buen seguro sería un buen anuncio para un crecepelo. Final aséptico con nueva columnata inicial. Tercer Acto. De nuevo cubículo con cama , con un par de columnas caídas y algunas plantitas verdes. Tansformación con cambios de colores y ocultando la cama en el cucículo, el Grial es ahora un muchacho con estética y edad de Cristo, Kundry es ahora rubia con melena, Titurel en mortaja, y final de tonos azules, sin paloma. Musicalmente muy bien, por lo general todo. Buena dirección, con claros contrastes de los tiempos , Gurnemanz de Pape siempre bueno, el Parsifal de Simón O'Neil lirico y expresivo, la Denoke nos muestra el carácter vigoroso de una Kundry de altura, muy en su línea de Salomé, Gerard Finley es un Amfortas , más enfermo que arrepentido y un excelente Willard W. White, que transmite un Klingsor malévolo y vocalmente perfecto. La dirección de Pappano transmite y es emocionalmente aceptable, mejor buena, con personalidad y no excesivamente morosa como lo es su Tristán, conoce la partitura y domina bien la orquesta en la que destaca el viento por encima de la cuerda. Buena versión en lo musical.

No podemos dejar de lado este análisis con los nuevos medios de grabación como lo es el “Streaming” y  Blue-ray.

En blue-ray las tres versiones a tener en cuenta son la de Bayreuth 2016, Concertgebouw 2012 y Salzburg 2013 por este orden.

I. Bayreuth 2016, Harmut Haenchen, en producción de Uwe Eric Laufenberg registrada por Deutsche Grammophon. Anticiparemos que en lo visual la versión resulta atractiva , estudiada y más coherente que casi todas las anteriores. La religiosidad es el hilo conductor de la puesta en escena , y con todos lospros y contras
de las escenificaciones actuales, esta es recomendable, ya que más o menos se entiende sin explicación y es agradable a la vista. Acto I. Durante la mitad del preludio proyección de meteorito en el espacio, luego una estancia algo desangelada de tonos ocres , con una luz proveniente de una ventana, se nos presenta como un
templo con tres bóvedas en ruinas por la guerra con soldados y monges, se adivina en el medio oriente por el disfraz de Gurnemanz, y traen un cristo crucificado. Kundry con hábitos orientales, las luces van trasformando el escenario con colores diversos. En el centro un gran baptisterio. En la escena de la transformación proyección de nuevo de imágenes del espacio, con sol y estrellas. Acto II. El escenario es presidido por un circulo de reja , encima un a habitación llena de crucifijos, y la parte de abajo las mismas bóvedas , pero decoradas con azulejos que recurdan los palacios musulmanes. Parsifal de soldado occidental de camuflaje, las muchachas flor con hábitos musulmanes , para después transformarse en un “haman” con las muchachas
ya vestidas de odeliscas, a la izquierda un balneario , desnudan a Parsifal para bañarlo. tonos rosas , los tonos rosas pasan a ocres en la escena de la seducción con mesa con bebidas. Final con tonos oscuros parte la lanza , en la destrucción del castillo y caen ruinas del techo, sale con la lanza en forma de cruz. Acto III. Video de estanque en el preludio, luego especie de bosque o palmeral que se oscurece y se vuelve a la estancia del primer acto , con el trasfondo del palmeral. Transformación con video con marcara mortuoria de Wagner en una cascada , difuminadas las campanas que van adquiriendo definición a ritmo de la música, se llega al templo totalmente derruido, final caballeros depositando cosas en el ataúd de Titurel, luz cada vez más intensa , se va difuminando la imagen poco a poco por aparición de humo. Sin paloma. Lo dicho, a nivel estético y visual es agradable, sutil y que hace pensar, lo que en definitiva es lo que se persigue en en este tipo de puestas en escena. Musicalmente no decepciona , un excelente Gurnemaz del siempre seguro Zeppenfeld, la siempre correcta Pankratova de Kundry y el resto bien. En Bayreuth siempre los cantantes sacan un plus de sí mismos y hacen que las representaciones sean memorables. Pocas veces decepcionan y aquí pasa lo mismo, todo bien. Dejamos a Klaus Florian Vogt para el final ya que el cantantes se empeña en los papeles de tenor drámatico cuando él es y lo sabe un tenor eminentemente lírico. El problema no es la calidad y la interpretación, que las tiene de sobras, sino más bien el timbre agudo de tenor lírico para hacer creíble el personaje dramático que interpreta. Para unos no resultan adecuados y hacen que difícilmente sea creíble, mientras para otros no lo creen tan esencial ya que al fín y al cabo es la música lo principal. No decidimos que cada cual saque sus conclusiones, y para gustos colores. Técnicamente perfecto. La dirección de Harmut Haenchen , bien , sin florituras, en algún momento da más importancia a la cuerda que al viento , por ejemplo en la escena del bautismo del tercer acto, pero ello no quita que sea “su interpretación” y, que no afecta en modo alguno al conjunto. A veces la partitura no ha de ser tan literal. EL ritmo y los tiempos son adecuados, ni excesivamente lentos, a lo que tienden muchos , no excesivamente rápidos, en una modernidad mal entendida. Al respecto se ha de decir, que esta versión en Bayreuth es un poco más larga que la que tiene grabada del año 2011 en la producción del Teatro de la Monnaie de Bruselas de una producción de Romeo Castelucci, pero con cantantes de menor enjundia. La versión belga es muy correcta, si bien alguna crítica anglosajona la calificó de alucinante y esotérica, la verdad no es gran cosa, esta bien a secas, sin más. Fue publicada por Bel Air Clasiques. En resumen , mejor la versión de la colina verde que la anterior.

II.- Concertgebouw Amsterdam, 2012. La dirección artística es de Pierre Audi y la musical de Iván Fischer, publicada por Ntr, para la Dutch National Opera. La versión se presenta un solo disco de Dvd y Blue Ray, pero que se se venden a la vez en el mismo “pack”. Las representaciones wagnerianas en la ópera Nacional Holandesa suelen ser muy simplistas en la escenificación , pero son buenas presentaciones en lo visual. Acto I. Con luces rojas, se produce en un especie de lugar con una gran roca, banquetes de madera y trozos de maderas diseminados por todo el escenario, las luces rojas desaparecen cuando aparece Parsifal encima de la roca, y cae el cisne desde el cielo. La escena de la transformación se realiza con la invasión de humo seco, que
difumina la escena hasta llegar a un templo formado por andamios de madera de varios pisos, se vuelve a la luz roja con fondos azules, que desaparece en la consagración, que para acabar , con más humo, se vuelve a los tonos rojizos del principio. Acto II. Vuelve el humo, aparece Kingsor en una tormenta con una gran luna circular central y unos figurantes vestidos a lo “zombi”. Tonos azules y oscuros. Luego las muchachas flor , parecen más bien repollor de colores azules, rosas y morados que se reflejan en la luna central dándo visualidad de espejo y color. En la escena dela seducción los tonos se vuelven dorados hasta que aparece Klingsor , que se vuelve al azul oscuro, desparece la luna. ActoIII. En tonos azules aparece el circulo centras en escenario desértico. La transformación con humo, todo muy simple y sin decorados. Nada significativo que comentar. Sin paloma. En lo musical, llama la atención que Titurel y Klingsor son interpretados Mikhail Petrenco, en los dos muy bien, Cristhopher Ventris en su línea de Parsifal más lírico que dramático, el veterano Flak Strukmann muy en su línea de cantar bien, pero sin excesos tanto el lo vocal como en lo interpretativo, la Kundry de Petra Lang , correcta a secas sin pasión, y resto correcto sin más. La dirección de Ivan Fischer muy acertada , explime al máximo las sonoridades de la orquesta, impone ritmos adecuados, y sus tempi son de lo más normales. Buena conducción en general. Señalar que Ivan es el hermano de Adam Fischer, el director de los Anillos tras la muerte de Sinopoli, año 2000, y de los Parsifal de los años 2006 y 2007, con dirección artística de Christoff Schlingensief. Había sido estrenado en el año 2004 con P.Boulez a la batuta. Fue uno de los últimos grandes escándalos por su escenografía nazi. De hecho un italiano en la sala, pidió que lo detuvieran e ingresaran al sr. Schlingensief en prisión, cosa que no sucedió. 

III. Salzburgo 2013. Se esperaba con ansias la producción para el festival de pascua de Salzburgo , el Parsifal de Thielemann, que solamente en pocas ocasiones había interpretado en Bayreuth ( 2001) , en Viena (2005), y en Dresden (2012) . La dirección artística fue de Michael Schulz, y el registro de Deutsche Grammophon. El sello amarillo ya había registrado la versión vienesa con Plácido Domingo, Falk Strukmann Franz Joseph Selig y Waltraut Meier, en el reparto de los principales papeles, sin tener gran éxito de crítica y ventas. La verdad es que se comparaba con la versión de Bayreuth y la pareja protagonista Poul Elming y Violeta Urmana , fue claramente superior a Domingo-Meier. De hecho la versión de meses antes en Dresden, había tenido un cierto éxito si bien con reparto diferente,R. Dean Smith como Parsifal y una ilusionante Luana de Vol como Kundry, pero se optó a nuevo reparto con el finado Johan Botha como el Parsifal y Michaela Schuster como Kundry . La verdad la descatalogación de las dos versiones, vienesa y salzburgesa, del catalogo de la discográfica indican su poco éxito de criticas y ventas. Acto I. Columnas transparentes, caballeros con monos blancos como trajes de anticontagios. Todo muy conaustero, en la transformación las columnas adquieren color, blanco y verde, y
nuevamente columnas hasta el final. Acto II. En vez de castillo de Klingsor lugar con estatuas y bustos de diferentes tamaños. El jardín de las muchachas flor no esta ni se le espera, muchachas flor vestidas con vestidos con estampados de caras, y otras como azafatas. Final, sin más, Kundry asesina al atavar de Klingsor ahogándolo. ActoIII. En una especie de tejado inclinado hay una serie de figurantes con cara y aspecto de aliens. Tranformación sin tal , final se crucifica al avatar o fantasma de Kundry (Jesucristo) y se la obliga a rezar, sin paloma. Verdadera puesta en escena fatal. Los personajes principales aparecen con sus fantasmas a modo de avatar. Kundry es acompañada por un Jesucristo, Parsifal primero por unos niños y luego por unos muchachos, Klingsor por un enano, que es el asesinado por Kundry al final del segundo acto. En síntesis, mejor olvidar esta versión. Musicalmente Thielemann acompaña y dirige bien, tiempos correctos, más bien pausados, aunque le falta la dinámica que exige la obra. Botha canta bien , pero no es su personaje, Kundry no se ve por ningún lado mal representado , sobreactuada y sin personalidad, si siena bien, pero nada más. Coros lo mejor. Se entiende perfectamente porque después de su lanzamiento no se ha mantenido en el catálogo. Aún con todo seguro que hay alguien que le guste.

Otras versiones. En streaming es de resaltar la disponible en Deutsche Grammophon de la jornada inaugural del Parsifal de Bayreuth del 2023 dirigida por Pablo Heras-Casado en su debut del teatro de la colina. Para mi excelente en todo y con una escenografía innovadora, en el teatro se disponía de gafas para realidad virtual, que añadían elementos gráficos y escénicos. En lo musical todo excelente, la versión en streaming con una Garança impresionante, al igual que lo fue en la última representación del 29 de agosto que asistí, y en ese día la Pancratova cantó de maravilla. Estas si tienen la mística de Hans Knappertsbusch.
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2.- Breve biografía

1. 1888; Nace el 12 de marzo en Wuppertal, Alemania, hijo de Gustav Knapperbusch y Julie Wiegang.
2. 1898; Estudia violin y corneta.
3. 1900; Dirige la orquesta de su escuela la Orchester des örtlichen Gymnasiums.
4. 1906; Estudia en Filosofía en la Universidad de Bonn. Tesis doctoral sobre el personaje de Kundry, no defendida.; Estudia música en Colonia con Fritz Steinbach, Hochschule.
5. 1908, Es expulsado de las clases de dirección por falta de talento
6. 1909 Asistente del director Hans Richter en los festivales de Bayreuth.
7. 1910;.Director de Banda militar del Teatro Mülheim and der Rhur
8. 1912 Asistente del director Siegfried Wagner en los festivales de Bayreuth.
9. 1913 ; Empieza a dirigir en Elberfeld, hasta 1918.
10. 1914; Dirige su primer Parsifal en Bremen, el 1 de febrero.
11. 1918 ; Dirige en Leipzig. Se casa con Ellen Selma Neuhaus.
12. 1919; Dirige en Dessau. Tiene una hija, Anita.
13. 1922; En nombrado director general musical en la Bayerische Staatsoper.
14. 1925; Se divorcia de Ellen y se casa al año siguiente con Marion von Leipzig
15. 1931; Dirige Parsifal en Munich.
16. 1933. Revocan su contrato por enfrentamientos con el régimen nazi.
17. 1934. Dirige del 11 de enero a febrero, Tristán , Tannhäuser y Parsifal en el Teatro del Liceo de Barcelona.
18. 1936. Dirige Salomé en el Covent Garden y conciertos en Barcelona.
19. 1937. Se autoexilia a Viena,
20. 1938. Muere su hija Anita. No tuvo descendencia, y su segundo matrimonio duró toda su vida,
21. 1943. Sustituye a Furtwängler europeas de la Filármonica de Berlín. Barcelona.
22. 1944. Götterdëmmerung en Viena. Repite conciertos en Barcelona sustituye de nuevo a Furtwängler, pese a que este había propuesto a Von Karajan. Conciertos en Granada.
23. 1945. Repite como director general musical en la Bayerische de Munich.
24. 1964.Sufre una caída que le provocará su muerte.
25. 1965. Muere el día 26 de octubre, a los 77 años. Enterrado en Munich en el cementerio Bogenhausen.

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